Cuento: Laura no está


La tarde del viernes 10 de julio Laura despertó en su cama luego de una siesta de tres horas. De cierta forma, no se sentía igual, algo había cambiado. Sin embargo, a su alrededor todo parecía estar en orden y tal como ella lo recordaba horas antes.

Se levantó y se dirigió a la cocina. Necesitaba un poco de agua para aclarar sus ideas. La noche anterior había regresado muy tarde a casa luego de tener una jornada laboral tediosa en la sala de emergencias del hospital. Un autobús colisionó dejando más de 15 heridos y 10 fallecidos. El viernes era su día libre.

Se sentía encerrada, perseguida, atosigada. Pero todo estaba normal. ¿Se estaba volviendo loca?, ¿estaba teniendo un episodio paranoico?, ¿qué le pasaba a Laura?

Se sentó en el mueble y tomó el libro que había dejado pendiente. Treinta páginas más y culminaría El coronel no tiene quien le escriba, del colombiano Gabriel García Márquez. Su escritor favorito.

Seguía sin poder concentrarse. Laura se empezaba a desesperar. Sintió que, tal vez y solo tal vez, necesitaba compañía. Tomó el teléfono, pero no sabía a quién llamar. Laura no tenía amigos, su novio la dejó meses atrás. Su trabajo era tan asfixiante que las relaciones personales se le hacían difíciles de mantener.

Desfallecida cayó en el mueble de la sala, el libro al lado, sus zapatos en la esquina. De repente, escuchó unas llaves en la entrada de su casa. Alguien se disponía a  abrir. ¿Quién sería?, ¿alguien había copiado sus llaves e intentaba robarla? Entró en pánico.

Laura se levantó bruscamente, tomó sus zapatos y se refugió en la cocina, buscando torpemente un instrumento con el que pudiese defenderse del repentino visitante. Pero era su madre quien entraba con una pequeña maleta y unos ojos llenos de tristeza, estaba inconsolable. Laura corrió a abrazarla, pero Laura ya no estaba. Laura ya no era. Se había ido y apenas se estaba dando cuenta.

Un joven, dos profesiones


Luis Enrique Musano es Licenciado en Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela. Se dedicó y terminó su carrera en el tiempo establecido mientras realizaba también actividades extraacadémicas. El éxtasis que le genera su profesión no lo consigue con nada más. Confía en hacer cosas que puedan aportar un granito de arena al país, al mundo. Ama tanto a Venezuela que le perdona sus desaciertos solo porque sus virtudes le superan en demasía.

Luis nació en el municipio Baruta del estado Miranda. Un 30 de julio hace casi 27 años. Se considera posesivo, terco, fiel y autoritario. Ciertamente lo es. Cree en los signos, en su compatibilidad, en las lunas y en cómo influye el día en que nacimos con el camino que la vida nos traza.

Sus padres se parecen a él. Tiende a chocar un poco con sus decisiones. Caprichosos, autoritarios, como todos buenos padres que quieren proteger a sus hijos, llevarlos por buen camino aunque estos quieran desviarse.

Su educación se movió en la ciudad de Caracas. Pasó 14 años de su vida estudiando en el Colegio Las Acacias. Semejante experiencia le dejó un cúmulo de vivencias y aprendizajes que le ayudarían en su transcurrir universitario dentro del campus de la Universidad Central de Venezuela.

Valientemente, Luis afrontó una carrera universitaria con la firme decisión de terminarla en el tiempo indicado. Y lo logró. Egresó de la casa que vence las sombras como Licenciado. Ahora, afronta la nueva meta de egresar por segunda vez de esta casa de estudios, pero en la carrera de Contaduría.
Luis cree en Venezuela, cree que vale la pena, cree firmemente en que podemos dar más de nosotros y lograr poco a poco un cambio. Ese cambio que necesitamos para reconstruir el país que deseamos dejarles a nuestros hijos y que ellos puedan borrar todo lo malo y construir sobre la experiencia historias de superación. Que ellos construyan lo que nosotros intentamos.

Luis Enrique Musano es Licenciado en Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela. Se dedicó y terminó su carrera en el tiempo establecido mientras realizaba también actividades extraacadémicas. El éxtasis que le genera su profesión no lo consigue con nada más. Confía en hacer cosas que puedan aportar un granito de arena al país, al mundo. Ama tanto a Venezuela que le perdona sus desaciertos solo porque sus virtudes le superan en demasía.

Yenily Almeida: ¿Qué características consideras que tienes del signo Leo?

Luis Musano: Posesivo, terco, fiel, autoritario.

YA: ¿Cómo se llaman tus padres?

LM: María Isabel Williams y Luciano Musano.

YA: ¿Cómo es tu relación con ellos?

LM: Muy buena. Un poco caprichosa de vez en cuando.

YA: ¿A qué te refieres con caprichosa?

LM: Como toda relación entre padre e hijo. Mientras uno consiga su capricho, todo fluye. Un poco de terquedad también.

YA: ¿De tu parte o de ellos?

LM: De la mía. De imponer mi palabra. De autoritarismo.

YA: Digno del signo…

LM: Total.

YA: ¿Dónde estudiaste bachillerato?

LM: En el Colegio Las Acacias, Caracas. Bueno, desde preescolar hasta bachillerato. Toda la vida estudiando en ese colegio.

YA: ¿Qué te quedó de ese colegio?

LM: Muchas experiencias, muchas vivencias.

YA: ¿En qué universidad estudiaste?

LM: En la Universidad Central de Venezuela.

YA: ¿Qué estudiaste?

LM: Estudios internacionales.

YA: ¿Cuánto tiempo tardaste con esa carrera?

LM: Cuatro años.

YA: ¿Qué tal te fue?

LM: Excelente. Una experiencia única.

YA: ¿Qué te quedó de la universidad?

LM: Mejor dicho: ¿qué no me quedó? Me quedaron muchas cosas. Aprendizaje, madurez, análisis, comprensión, momentos difíciles, conocer más a las personas, aprender más del mundo, de la situación política del país y mundial, económica, sociológica y a veces psicológica.

YA:  ¿Qué pasó cuando egresaste de la universidad?

LM: Bueno, me tomé un año sabático. Creo que me lo merecía porque fueron cuatro años intensos de mucha actividad y luego emprendí mi búsqueda de empleo hasta lograrlo con tanto traspié. Luego, encontré lo que me gusta, lo que me apasiona, lo que no me amarga los lunes.

YA: ¿Qué es eso que tanto te gusta?

LA profesión que ejerzo. Director de importaciones en una importadora. Realmente es algo apasionante, único.

YA: ¿Qué es lo que tienes como proyecto en este momento?

LM: Como proyecto tengo terminar mi segunda carrera. Ahorita estoy estudiando Contaduría en la Universidad Central de Venezuela. Busco establecer mi propia empresa, lograr independizarme económicamente3:45

YA: ¿Cómo te ves de aquí a cinco años?

LM: Exitoso, con una empresa, con una familia, con mis hijos, con un buen hogar, una buena mujer a mi lado.

YA: ¿Qué siente que te hace falta?

LM: Uno no puede decir que le hace falta algo si no anda dando traspiés. Así es cómo ves qué es lo que necesitas. Cuando uno va aprendiendo, vas caminando y ves qué es lo que te hace falta. Actualmente, puedo decir que no me hace falta nada. Solo le pido a Dios que cada día me dé más humildad, más crecimiento, más sencillez, más calor humano.

YA: Si pudieses volver en el tiempo y cambiar algo, ¿qué cambiarías?

LM: No volviera, no cambiaría nada. Lo dejara todo como está.

YA: ¿Por qué?

LM: Porque es lo que me ha enseñado a ser lo que soy hoy en día, por lo que he luchado. De los errores uno tiene que aprender. ¿Para qué devolverte si lo que pasó ha sido lo mejor? Por eso estamos donde estamos. Devolviera a seres queridos porque a veces hacen falta. Pero realmente de todo lo que he hecho no me arrepiento de nada. Creo que he hecho lo correcto y lo que me ha indicado mi corazón y el pensamiento.

YA: ¿Qué crees que le vas a dejar al mundo?

LM: Poner mi granito de arena para educar a los niños, sobrino, primos, hijos, nietos para que cada día sean mejores ciudadanos, que cuiden el planeta, un poquito de la paz mundial aunque sea una falacia, un tanto de ilusión. Si uno quiere cambiar el mundo tiene que empezar por cambiarse a sí mismo. Eso es lo que intentaría.