Reducción de presencia policial fomenta delincuencia en el Metro de Caracas


Los usuarios del Metro de Caracas se ven afectados por la disminución de la presencia de efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en los trenes y andenes del sistema, situación que facilita el robo y hurto de pertenencias

En el año 2010 inició la presencia policial en el sistema Metro de Caracas para resguardar tanto a los usuarios como las unidades que prestan servicio. Sin embargo, se ha visto una reducción significativa de efectivos policiales en las estaciones del Metro de Caracas. Al respecto el operador del servicio subterráneo Juan Carlos Moreno comenta: “La mayor cantidad de robos se producen en la línea 1. Entre el bululú de gente se aprovechan de quitarle a los usuarios sus pertenencias. Nosotros no podemos hacer mucho. No podemos revisar a todos los usuarios que ingresan al sistema, ni colocar detectores de metales en las entradas porque eso ocasionaría retrasos en el sistema”.

No solo los usuarios son afectados por la delincuencia. Moreno acotó que se han instalado cámaras de seguridad en la llamada Zona Y (estación Mamera) porque personas no autorizadas han ingresado en las noches a robar cables que son indispensables para el correcto funcionamiento del sistema.

“Nosotros creemos que todos los usuarios que ingresan son buenos, pero caras vemos… Además, ya los policías casi no se ven. Una que otra vez están en La Paz, Zona Rental o Plaza Venezuela. Les recomendamos a los usuarios que cuiden sus pertenencias, que no saquen objetos de valor dentro de las estaciones, que se coloquen los bolsos y carteras adelante y anden pendientes” añadió Moreno.

El pasado 25 de septiembre un joven no identificado robó un vagón completo a las 8:50pm entre las estaciones La Yaguara y Carapita. Una de las usuarias que se encontraba en otro vagón Maira Ferreira comentó haber escuchado los gritos de una joven en ese momento, pero nadie salió a ver qué había sucedido.

No solo las noches son inseguras en el Metro. Karen Atacho, usuaria del sistema, contó cómo a plena luz del día unos hombres la persiguieron por la estación Antímano luego de que vieron cuando sacó su teléfono celular BlackBerry. “En las escaleras mecánicas uno de los chamos sacó un cuchillo. Me asusté y corrí”.

De acuerdo a lo declarado por el funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) Daniel Castillo  no hay tantos policías para cubrir las necesidades del sistema de transporte, aunque casi siempre hay funcionarios en las estaciones Las Adjuntas, Caricuao, Mamera, Zoológico, Zona Rental, Propatria, Gato Negro, Capitolio y La Hoyada. En todas las estaciones del Bus Caracas debe haber presencia policial.

“En el Metro la mayor cantidad de casos por robo o hurto son ocasionados por los mal llamados carteristas o manos de seda. Esta gente le quita las pertenencias al usuario sin que se den cuenta. Nos ha pasado que llega gente a decirnos que los robaron, pero se dieron cuenta cuando estaban en la camionetica y vieron que no tenían dinero para pagar o cuando ya llegaron a su casa. En esos casos no podemos hacer nada porque el usuario tiene que decirnos quién lo robó para nosotros revisarlo y si tiene el objeto robado entonces lo aprendemos y se realiza todo el procedimiento legal: revisión de antecedentes, si ya ha pagado condena, etcétera”, añadió Castillo.

En una consulta realizada a los seguidores de la cuenta en Twitter no oficial del Metro de Caracas (@CaracasMetro) sobre las cosas que hacían los usuarios para evitar ser víctimas de la delincuencia en el sistema resaltaron el uso de bolsos y carteras en la parte delantera, no utilizar aparatos electrónicos o celulares de alto valor dentro de las estaciones y andar alerta en todo momento.

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Caballerosidad en emergencia


imagenes-WFT-Metro-Caracas_ELPIMA20121122_1291_8Las cosas desagradables hay que hacerlas rápido. Por cuestiones urgentes decidí irme en autobús hasta Maturín y sabía que el solo hecho de llegar al terminal sería todo un proceso desagradable y fastidioso. Salí del apartamento. Tenemos 4 meses sin ascensor en el edificio. Mi maleta pesaba casi igual que yo; iba cargada de libros, harina pan, jabón, pasta dental, arroz, papel tualé con olor en el tubito y mi ropa.

El proceso de bajar las escaleras no pudo ser peor. A mi lado pasaba la gente y seguía, hombres, mujeres, chamos. Pero en el piso 3 una señora como de 60 años tuvo la amabilidad de ayudarme.

Mis 3 semanas de vacaciones en Maturín las pasé disfrutando de su delicioso calor que te hace sudar como si estuvieses corriendo por un terreno sin un miserable arbolito que de sombra.

Un buen día iba en un seudo autobús camino a casa, no había puestos disponibles, pero el chofer insistía en que una señora podía sentarse en algo que, según escuché, se llama para fango o algo así, pero la señora no quiso porque si iba a pagar el pasaje completo entonces debería ir sentada en un puesto normal. Ese razonamiento fue incitado por los comentarios de dos hombres sentados delante de mí. El chófer se molestó.

―Ustedes me han hecho perder 5bs, señores. Esa señora se pudo ir tranquilita sentada ahí si no le hubiesen dicho nada.

―Esa señora debería poder viajar cómodamente en un puesto como los demás, y no viajar en el piso porque usted sea un usurero.

Ese intercambio de palabras duró apenas unos segundos, pero dio pie a una conversación entre los dos susodichos antes presentados que origino horas y horas de darle vuelta a mi cabeza para justificar o entender los comentarios de estos hombres.

H1: Yo soy un caballero total, pero no entiendo a esas mujeres que entran en los autobuses y quieren que uno les dé el puesto. Ellas no saben que uno viene de trabajar bien lejos y fuerte, estamos cansados y, además, estamos pagando un pasaje por ir sentados.

H2: Eso es verdad. Además, ni que uno quisiera conquistarlas. Si yo quiero conquistar a una mujer me la llevo a La Cascada (Centro Comercial) a comer un helado en 4D, o al cine. Así se conquista una mujer.

H1: Y la gente que ve que uno va cansado te piden que te pares cuando se monta una mujer embarazada. ¿Por qué tengo que darle mi puesto? Si ella se montó en el autobús sabiendo que está full es porque se hizo la idea que va a ir parada.

Cuando llegué a mi casa no podía asimilar las cosas que había escuchado. Hay que rescatar acá 3 cosas fundamentales. Las anotaré según el orden de aparición:

1)      Mi concepto de caballerosidad implica ceder el puesto a una mujer, a un anciano, una persona enferma, en fin, alguien que lo necesite más que uno. Para estos hombres, la caballerosidad se limita al hecho de tener un pene dentro de sus pantalones. Es decir, el caballero nace, ¡ni de broma se hace!

2)      Un helado de 50bs debe hacer que una mujer caiga rendida a los pies de uno de estos caballeros. No existe otro mérito más que decirle cosas sucias al oído mientras ella le pasa la lengua a su helado de 50bs y le da gracias a Dios por haberle dado la oportunidad de salir con un caballero que le puede brindar un helado.

3)      Estos caballeros actuales no deben tener madres, esposas o hijas, y si las tienen no las quieren. ¿Cómo no darle el puesto a una mujer embarazada?, ¿saliste de un inodoro o de tu madre? Es por una duda que tengo.

En fin, estos caballeros de ahora abundan. Les puedo decir que en el trayecto Artigas-Chacao solo un muchacho fue tan amable de ayudarme. Un solo ser humano en una ciudad donde uno no encuentra dónde meterse para escaparse de la gente. Caballerosidad del siglo XXI.

@YenilyAlmeida